sábado, 18 de octubre de 2008

ALFABETIA

Cuando mi hijo Eric era pequeño, le gustaba que le contara cuentos pero como no me sabía muchos y como nunca ha sido mi fuerte la lectura, empecé a inventarlos pues no le gustaba que se los repitiera. Hace más de una década de eso así que no recuerdo ninguno a excepción de éste que quizá con un leguaje más sencillo pero en esencia con el mismo contenido decía:

Érase una vez un país de letras llamado Alfabetia. Estaba formado por dos poblaciones, una conocida como Villa Vocales y otra la Cd. Consonante. Villa Vocales estaba situada en el interior de los Bosques del Libro rodeada de hermosos paisajes habitados por pequeños seres conocidos como signos de puntuación, diéresis y acentos. La Ciudad de las Consonantes era una moderna urbe de exquisita arquitectura contemporánea y con todos los adelantos tecnológicos imaginables. Solo que tenían un ligero problema, eran mudas. No podían articular sonidos fuertes, apenas si podían imitar el sonido del viento, ssssssss, ó hacer ruidos como de mantra mmmmmm. Envidiaban a las vocales por su sonido claro y potente. Veían sus reuniones que llamaban diptongos y triptongos y también veían con recelo como adoptaban diéresis y acentos como mascotas y convivían en armonía. En contraparte las vocales envidiaban el hecho de que las consonantes fueran muchas y tan variadas, pero a la vez también se sentían intimidas pues de vez en cuando se acercaban demasiado a Villa Vocales y no sabían cuál podría ser su intención. También conocían a otros seres que ellos pensaban eran de una galaxia lejana conocida como Math y les llamaban números. Parecían seres muy adelantados pues podían hacer cosas muy complicadas a los ojos de los pobladores de Alfabetia.Un día, L, habitante de Cd. Consonante salió de la ciudad y sin pretenderlo se encontró de frente en el camino con A, de Villa Vocales, ambas quedaron estupefactas sin saber que hacer hasta que de pronto al quedar alineadas se sintió una vibración acústica tenue pero clara: “LA”. Ambas sorprendidas repitieron el acto “LA”. De pronto supieron el motivo de su existencia y repitieron el “LA LA LA” fuerte y suave, agudo y grave. Regresaron a sus respectivos lugares de origen y comunicaron lo sucedido (L a señas pues era muda) y por supuesto que nadie les creyó, especialmente a L cuando le "dijo" a las demás consonantes que podía hablar, así que después de decirle que estaba soñando le prohibieron que saliera de la ciudad a menos que estuviera acompañada. Mientras en Villa Vocales después de aquel evento, A, por meses había tratado de convencer a las demás que deberían emprender una visita de buena voluntad a Cd. Consonante, pero las demás vocales pensaban que era muy riesgoso pues las consonantes eran superiores en número, podrían capturarlas y no dejarlas regresar. Sin embargo aceptaron y emprendieron el viaje a Cd. Consonante a su llegada L fue la primera en darles la bienvenida y al verla alineada con la A las consonantes quedaron más mudas que antes al oír con claridad “AL”, luego “LA”, “ALA”, “LALA” de inmediato se acercó la M al grupo y se oyó “MAL” las letras retrocedieron pero soltaron un suspiro de alivio al oír “ALMA” y cuando se escuchó “AMA” vino un estruendoso aplauso y de inmediato se entremezclaron consonantes y vocales, quienes desde entonces no se han vuelto a separar y ahora se combinan de millones de maneras para entregarnos uno de los más grandes regalos del universo: El lenguaje escrito. Y así todos fueron felices en Alfabetia por siempre. ¿Y que pasó con los “alliens” de Math? Bueno… esa es otra historia.

5 comentarios:

Celia Rivera Gutierrez dijo...

JA JA JA.
Me hiciste reír con tu cuento, muy ingenioso y digno de un intelectual. Nunca se me hubiera ocurrido ese cuento. La verdad esta muy bueno, valdría la pena que rescataras los demás tratando de recordarlos. ¿Has visitado mis cuentos? te envidio la forma tan fresca e ingeniosa de hacerlo censillo.

PD: espero los demás cuentos

abrazos y besos virtuales para ti y Alfabetiza

Arwen dijo...

Precioso cuento, me has transportado a Alfabetia, y por unos minutos he vivido inmersa en ese mundo de consonantes mudas y tímidas vocales.
Solo una pequeña observación, si me lo permites, tiene algunas faltas de ortografía, que sería conveniente corregir, para que quedara perfecto.
Yo también espero más cuentos.
Un cordial abrazo

Arwen dijo...

Hola Gustavo, no me corresponde a mí hacer correcciones,eso lo puedes hacer tú solo o con la ayuda del corrector ortográfico y diccionarios.
Sólo espero que mi comentario no te haya molestado,te hice la observación, porque el cuento me gustó de verdad.
Un cordial saludo y vendrá a leer la historia de los "aliens" de Math, si es que te animas a escribirla.

Gustavo dijo...

Hola Arwen, por supuesto que no me molestó tu comentario, muy por el contrario, lo aprecio y pensaba que si habías encontrado las fallas era más fácil para mi, que me las indicaras. Voy a revisar palabra por palabra todo el texto y te prometo que este fin de semana quedará como debe quedar. Sobre más cuentos... déjame ver pues quien me inspiraba (y de alguna forma me forzaba) era un hijo que hoy es ya un adolescente y como veo era más fácil contarlos que escribirlos.
Saludos y gracias por tus valiosos comentarios.

leandra dijo...

muy muy bueno te felicito buenicima lectura mi hermana lo llevo al cole para leerlo y les gusto mucho

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