Cogeneradora de vida.
Llevas contigo el milagro natural de la
incubación
que te lleva al plano protagónico de la
existencia,
al papel principal de la familia.
Sobrepones tus dones maternales a tus egos
propios de mujer,
llegando al extremo sacrificio si el
bienestar de tu descendencia está en peligro.
Sabia la naturaleza te dio el don y los
años,
la experiencia para darnos el ejemplo
de virtud, abnegación y amor.
Nos conocemos tan bien que compartimos el
orgullo mutuo de ser
yo el hijo y tú… tú la madre.