Afortunado me siento que puedo presenciar
Los monumentos de vida que la naturaleza me ofrece
La mayoría de las veces ni siquiera es necesario ir tan lejos
A la vuelta de la esquina puede estar acechándonos.
Un árbol, un ave, el cielo, las nubes. Todo cuenta.
Un bosque tal vez quede a unos metros de distancia.
Una selva pueda estar en nuestro patio trasero sin advertirlo.
La vida se da espontáneamente de tan variadas formas
Y en tan distintos lugares que nuestra capacidad de asombro,
se ha quedado adormecida.
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