En mis mañanas tengo los buenos días de encontrarte a mi lado.
En mis partidas cada día tengo un tierno beso de despedida.
En mis jornadas diarias tengo el alimento que me has preparado para el camino.
En mi quehacer cotidiano tengo tu imagen de aliento en mi espíritu.
En mi regreso vespertino tengo tu cariñoso saludo de bienvenida.
En mis noches tengo el amor que irradias y que me entregas sin reservas.
No hay nada más que quiera
No hay nada más que espere de la vida…
… porque todo lo tengo.
En mis partidas cada día tengo un tierno beso de despedida.
En mis jornadas diarias tengo el alimento que me has preparado para el camino.
En mi quehacer cotidiano tengo tu imagen de aliento en mi espíritu.
En mi regreso vespertino tengo tu cariñoso saludo de bienvenida.
En mis noches tengo el amor que irradias y que me entregas sin reservas.
No hay nada más que quiera
No hay nada más que espere de la vida…
… porque todo lo tengo.